miércoles, 24 de octubre de 2007

10.


¿Qué ocurre?
Vuelvo a aquel estado adolescente que adormecía neuronas e inventaba palabras. La cordura y la locura han llegado a un acuerdo, y no puede ser; ahora cuando más necesito mi insconsciente, a mis neuronas les da por recrearse en comportamientos primitivos... pero... qué bonito; es increíble conocer a alguien nuevo, y hacerlo poco a poco, sin palabras, sólo con gestos... pero... necesito ya el aullido de un lobo, o las campanas de aquella iglesia lejana, o un portal que me abra la puerta... Necesito saber cuando los pasos son en falso y cuando son totalmente necesarios. Cómo se complica un simple roce de manos, como tensa esas ganas de emocionarse cuando no puedes hacerlo, como calma escucharte.
Quizás no sepa nada de tí aún, pero reconozco tu vocabulario, tu rareza me inspira confianza y tu timidez aún más. Puede ser... podrá ser,... será...

martes, 16 de octubre de 2007

Piedras


Con permiso Ger, tomo prestada esta maravillosa carta extraida de "Piedras" que remueve angeles caídos y demonios ancestrales. Me encanta que tu blog sirva para redescubrir escritos tan sinceros como estos.


Carta de Leire...
Enhorabuena por ese novio médico estupendo que te has echado, no muy guapo, pero con una interesante nariz grande, aficionado a Mafalda como tu y melómano...
Pues a ver cuando me hacéis una visita, tu y tu novio, para que os de el visto bueno...
Lisboa es rara, Javier, es una ciudad en la que tengo recuerdos de cosas que no he vivido, pero eso me hace ir despacito, más tranquila, con dos dedos, torpe pero acertando las letras que quiero dar, estoy tranquila, por fin; al menos ya no siento que me muero por dentro, eso es bueno, ¿no?.
Y tengo ganas, pequeñas, pero ganas de empezar otra vez y olvidarme de que ésta y cualquier ciudad está a veces tan triste como yo y notar que estoy cambiando, aunque solo sea un poco, bueno, si es mucho mejor. ¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo, ¿tú crees que nos enamoramos solo para no estar solos?.
Yo creo que me he enamorando de un chico, bueno de su cogote, me encanta el cogote de un conductor de tranvía que no conozco.
Espero que lo que tengas ahora sea lo que siempre soñaste tener. ¿Dónde irán los sueños cuando no los conseguimos?, porque a algún sitio tienen que ir, aunque creo que al final los sueños no son más que una excusa, pero una excusa muy gorda; son la excusa para vivir. Por eso a veces se convierten también en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos; ¡que putada!, Javier. Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste, ni esperarlo siquiera, ¡joder!. Deseo, deseo, deseo, deseo...
Quiero con todas mis fuerzas ser feliz y con eso hacer también un poquito felices también a los que me rodean, eso es lo que siempre quise.
¡Ay que bien, que bien Lisboa!, Javier.
Beso
Carta de Leire a Javier, extraida de Piedras

miércoles, 10 de octubre de 2007

Encadenamientos cinematográficos




-¿Sabes que te quiero mucho no?


-Sí, yo también te quiero.


Cuando pones un objeto demasiado cerca de tus pupilas lo ves borroso. Quizás me ocurre igual contigo, te tengo tan cerca que a veces..., a veces... la vida es injusta y en busca de la respuesta sepultas lo verdaderamente importante. Escondes lo cotidiano. Pero es cuestión de segundos la vuelta a la realidad, la vuelta a tí. ¿Es tan inteligible como parece? Creo que sí. ¿Es tan sincero como parece? Completamente ¿Es el olvido la cinematográfica surrealidad o formas parte de ella?


-Tu vida no es una película.


Quizás haberme pasado veinte años de mi vida visionando cine me haya influido en esta forma tan peculiar de obsevar lo que me rodea. ¿Quién dice que imaginación y realidad no se pueden mezclar?


El arca rusa, la malvada madrastra, el caos político, el desfase, la psicología inversa, la belleza (austera) de los objetos, lo planos montados, el amor como condición, la destrucción, el nacimiento, la tranquilidad obsesiva, el deseo, el sexo mediático, el sexo como gazapo avasallador, el sexo como vida, el nacimiento de penínsulas, las palabras susurradas, la caótica desesperación, la usual soledad, la música como acompañamiento a nuestro movimientos, la sobrevalorada superviviente amistad, la vocalización corporal excesiva, el objeto observado como observador, la acción en espacio temporal, el interés por la nada, el falso cobarde suicidio, la cobardía a suicidarse, la muerte como arte, las vestimentas que cambian la atmósfera, las atmósferas que cambian los sucesos, los sucesos que marcan la supervivencia, la supervivencia que se hace desagradablemente necesaria, la necesidad de buscar compañía, la compañía que se llena de espías, los espías que buscan siempre más de lo ven los ojos, lo ojos que visionan cine, cine que se mezcla con la realidad, realidad que se transforma en sueños, sueños que parecen realidad, realidad que es vida, vida que en ocasiones puede parecer un sueño, sueños que hacen el cine, cine que es imaginación... El cine da imaginación para transformar nuestra mente en sueños.


la cara oculta acaba de destaparse y ya veo mucho, ¡mira, mira!, tiene granos y muchas arrugas, pero es bellísimo poder verte por fin... ¡espera! No te acerques que te veo borroso.


Siempre me salgo por la tangente, a lo que iba:


TE QUIERO


(Piensa que a esta vida tú le estás dando el sentido que necesita, no estás sólo... Simplemente diciendo que no tiene sentido ya le estás dando un sentido. Y si tú crees realmente que no tiene sentido "tu vida" piensa que para la vida de otros puedes ser una gota importante de sentido... A mí me aportas momentos que nadie absolutamente me puede aportar... por eso eres parte del sentido de una vida en este momento de mi vida... No sé, piénsalo... creo que eres mucho más de lo que crees...)




The show must go on

miércoles, 3 de octubre de 2007

Dulce apatía


No me quedan fuerzas pra más aventuras, el anímico corporal me ha parado la mente en este reciente curso más de una vez. ¿Esto es la experiencia?, porque si es así, no quiero sobrevalorar ninguna especulación con el hombro de la experiencia; prefiero picarme en polvos ancestrales y ceñirme al "yo no sabía",de lo contrario estoy destinado a explotar de reservas emocionales.

La única aventura posible (con la experiencia) es tan peligrosa que le da miedo hasta a mi inconsciente, por tanto debo esperar a la rutina que me traiga un soplo de aire fresco sin olores promiscuos y tabacales. El porcentaje de esta última opción es equivalente a las ganas que tenga o no de olvidar el enigmático pasado.

Y vuelvo a pensar en tí, y vuelvo a desenlazar y enlazar historias, para buscar un destino diferente al que ocurrió; y no lo encuentro... quizás... éste era el único y certero final. De ser así, vaya mierda. Menos mal que la esperanza aún sigue despierta. Seguiré buscándote, la velocidad me es indiferente, seguire buscando...

Después de esta encrucijada pos vacacional, una voz argentina con suma elegencia y educación, pero envuelta de una frialdad que nunca antes había sentido pasó.

Me dejó claro que el orgullo, mi maquiavélica enfermedad don juanera, y sobretodo mi miedo, hacían de mi un completo infeliz. Suena duro, pero si viene de un acento argentino es muchos más suave (en un principio)... En este mismo instante mi cabeza se pone a mil revoluciones... Y empiezo a dar sentido a muchas de la gilipolleces que absorven mi tiempo.

Desacuerdos pesqueros


- Puedes dejar esta absurda parafernalia en cuanto te lo propongas. El sufrimiento es acertado, pero el dolor totalmente innecesario. Puedes dejar el melancolismo barato y... ¡Maldito seas! No ves que no es la solución pescar en ambos polos, pierdes tiempo; y aunque cuando llegues tengas recompensa, no merece la pena.

-¿Lo ves? No hagas caso a este estúpido; vivimos entre cortinas de humo, que mas da una más. Te estoy hablando de una felicidad ensombrecida, pero al fin y al cabo te hablo de una felicidad, de una rutinaria felicidad...

-¿Felicidad? ¿A eso llamas felicidad? No hagas caso a la ignorancia; él te ofrece un todo sin sentido. Yo sólo te ofrezco pequeños momentos, menos minutos de gran vida, pero inolvidables, verdaderos e intensos, ¿de qué sirve una vida longeva e hipócrita?

-Pero ¿por qué lo obligas a decidirse por un polo? Si explicas que sólo los momentos puntuales merecen la pena, ¿por qué no cruzar oscuras aguas para vivir un momento? Te estás contradiciendo.

-No te equivoques, cuando hablo de elección lo hago teniendo en cuenta que lo que le lleva al polo sur es únicamente la sociedad y las tasas económicas que le imponen si sólo pesca en el Ártico. Tú lo sabes, él también, y yo. Y si tú quieres hacerte el asombrado, no me importa, pero no le repitas las mentiras demasiado, porque al final se las creerá.