jueves, 28 de junio de 2007

¿Por qué lo hiciste?


Día del orgullo gay.

Comienza con unas dolidas caladas a un "more". No puedo dormir. Sólo puedo pensar en tí. Y empiezo a verme sumergido de nuevo en una espiral de corrupción de la que salí hace tiempo. Cuando era pequeño y jugaba a la consola (hace tiempo que perdí ese hobby) en el juego paupérrimo Mario Bross, siempre me pasaba lo mismo: corría demasiado y luego caía a un precipicio, siempre me mataban al "susodicho" muñeco por ir demasiado rápido, ya que se me daba bastante bien en realidad (una pena a ver perdido el interés). Y es que me pasa igual con todo. Voy precipitado, hay situaciones que acaban incluso antes de que empiezen, y eso es un problema,¿no?. No pienso las consecuencias y este año he corrido tanto que estaba a punto de llegar al final del nivel, y justo en el último precipicio he caído (lo cuál da más rabia aún). Escuché hoy a alguien decir que justo antes de llegar al final es cuando más se disfruta, pero que dura poco y hay que saber aprovecharlo.

No te olvido.

Me levanté y salí a la calle con la tristeza a hombros. No había pasado un día tan horrible desde el día en que vi que te había perdido. Hoy no sólo me he dado cuenta de que te he perdido sino que parece ser que nunca te he podido perder porque nunca has estado.

Debería celebrar el día del orgullo, por la tolerancia y por la marginación social que sufrimos, pero no sufro por eso, en realidad me da igual; sólo quiero verte y que hagamos un viaje a ninguna parte. Quiero volver a esos días felices. Quiero volver a esa estufa que me calentaba aún cuando hacía calor, a las noches de filosofía y sexo,a sentir la libertad mental y física que sólo conseguía contigo; quiero volver... volver a tí... que vuelvas a mí.


Finales felices. Ese mensaje quiere transmitir Don Ross en su agridulce película que he tenido el lujo de ver por casualidad. La vida es maravillosa, no cabe duda, pero cómo jode cuando quiere; o será que llevo la nostalgia como sección de los momentos.


Menos mal que los rifles no pueden acabar con las palabras.

miércoles, 20 de junio de 2007

Lo prometo


Primer premio de la categoría B (de 11 a14 años) de Promesas del futuro periodismo, provincia de Jaén.
Ganadora María Beltrán Ávila

Como un niño promete a su madre qu hará los deberes, nosotros nos hacemos la promesa que haremos algo bueno por el medio ambiente. Y de repente, tan rápido como una estrella fugaz, tenemos la brillante idea de reciclar. Cosa que está muy bien, si se hiciera de una forma constante y sabiendo en todo momento por qué lo hacemos.

Porque en mi opinión, creo que reciclar es algo más que un puñado de cubos de diferentes colores. Reciclar significa darle un suspiro a la Tierra, a nuestra Tierra, que, poco a poco, la vamos enfermando hasta matarla. Y no sólo a la Tierra, sino a todos los seres vivos que la habitamos. Nosotros podemos decidir. Podemos elegir el futuro que nos depara.

Lo que más me sorprende de este tema es que aún quedan personas que reciclen como obligación, ignorando que es algo necesario para vivir mejor. Para disfrutar las cosas tan maravillosas que la naturaleza nos da. Y es que creo, que no cuesta demasiado tirar un cartón al cubo azul y los desechos orgánicos al gris. Porque lo que nos puede parecer una tontería o una pérdida de tiempo, a largo plazo, nos puede costar muy caro.

Las diferentes organizaciones ecologistas no saben qué hacer para concienciarnos y para hacernos ver que nos jugamos lo más hermoso que se puede tener, algo más valioso que el oro. Como son nuestros paisajes, esa ráfaga de aire que se respira cuando estás rodeado de naturaleza... Sin embargo, tratamos todo esto como si no fuera nada de valor.

Pero, si queremos, aún queda una esperanza, aún podemos cambiar nuestras mentalidades y, con muchos granos de arena, crear una montaña.

Entre jalea real


""Es posible que mañana muera, y en la tierra no quedará nadie que me haya comprendido por completo. Unos me considerarán peor, y otros mejor de lo que soy. Algunos dirán que era una buena persona; otros que era un canalla. Pero las dos opiniones serán igualmente equivocadas""

Mijail Iurevitch Cérmontov, Un héroe de nuestro tiempo.

Está claro que cada persona es un mundo, y que nunca nos llegaremos a comprender por completo, pero para eso está la palabra y la comunicación. Hay que hablar en las raíces para evitar acumulación de diferencias. Pero... el azar y el libre albedrío están acechando contiunuamente.

Quizás consiguieron que me fuera con la cabeza entre las piernas, pero el corazón lo llevo bien alto.

Futurista e ilusionista


"Hasta los paranoicos tienen enemigos", le dijo su padre. No es cierto que los paranoicos hallen enemigos en cualquier lado, es que los enemigos existen. Los enemigos forman parte de un sistema, de una conjura, los enemigos aplican la voluntad de poder de manera secreta, pero con método, siguen lineas de puntos. los paranoicos sólo pretenden desvelar un orden, un todo racional, en un mundo que se pretende irracional y con amplio margen para un caos benévolo, el azar y el libre albedrío.

Nada de eso dicen los paranoicos, todo lo rige una razón agresiva, fría, técnica. ¿Hasta que punto es racional ese mundo alucinado de sospecha continua?¿Tienen razón los que buscan una razón última?¿Es demasiado patética esa búsqueda en los pasos de frontera de la locura? Los paranoicos son los monstrous de Descartes. LA PARANOIA ES EL GRAN TEMA.

Y después de éste fragmento del prólogo de "Abbadón el Exterminador" por Casavella me pregunto si soy paranoico; porque aún sabiendo que la razón absoluta no existe, no paro de buscarla y de intentar explicar todo mediante una especie de método científico. Supongo que soy un proyecto de paranoico. Insconscientemente mediante actos conscientes la razón se va apoderando del sueño. La paronoia rompe con los sueós y con la realidad. Se lleva por delante hasta los recuerdos, desvirtuándolos.

Y hoy la paranoia me hace no ir a verte. Por primera vez pienso las consecuencias.

La escalera hacia la despedida, ¿se me hace eterna o es que no quiero llegar a ella?

No quiero despedirte, no quiero el final, no puede ser éste el final.

jueves, 14 de junio de 2007

Llueve sobre mojado


Hoy me ha levantado el olor a mojado y me ha hecho despertarme del sueño en el que llevaba sumergido bastante tiempo. Y es el tiempo el que pone a cada uno en su sitio; y yo durante mucho tiempo he abusado de él. Ahora me toca afrontar las consecuencias. Supongo que es más fácil engañar al recuerdo, y en los olivos lejanos todo será más llevadero.

Intento hacer un balance que no tiene sentido, porque hay cabos sin atar. Dejo una parte de mi vida de la que perdí la estela hace tiempo.

Y encima tú te sientas a mi lado y tus lagrimas se derraman en mí. No sufras campanilla, el tiempo..., y tú tienes el trono esperándote. Darlo siempre todo es maravilloso, ahora eliges, antes no, pero que más da...siempre todo. Las ventrescas de atún saben muy bien lo que tienen y saben que las peripecias no son para nada cadentes, ama las peripecias.

No quiero poner un punto, sí al sufrimiento, pero no al conformismo, quiero seguir luchando. He despertado, pero cerraré los ojos porque la gente nunca cambia. Ya puedo cambiar de destino, de sexo, de vida... pero nunca se cambia el alma.

Que vuelva la inocencia que me hizo volar. ¿Fuiste tú quien te la llevaste o fuí yo quién la descuidé? Si la tienes tú devuélvemela, para poder usarla y no perderla nunca más. Porque ahora que la he perdido, sé lo que significa.

Hoy veo la vida cruel y maravilloso, ascendente y decadente, luminosa y oscura. Es una puta montaña rusa que no para de crear controvertidas emociones.


martes, 12 de junio de 2007

La importancia de un abrazo entre padre e hijo


C.R.A.Z.Y., una historia de amor entre un padre y un hijo, una fábula mística llena de fantasía acerca de la belleza, la locura y la poesía del alma humana.

Comprensión. Si todos le hiciéramos un poco de caso. El amor de una familia es muy dificil romperlo, y la sociedad sin embargo es capaz de atraparlo por las racices y secarlo.

La película es una lección de comprensión. No hay que esperar a una desgracia para resolver otra de menor importancia. Las soluciones hay que tomarlas en el momento, si a la naturaleza del protagonista se le quiere atribuir como el calificativo problema.

¿Optimismo?


El buen cine me está invadiendo. Después de acudir a la gran pantalla y no encontrar nada, decidí ir al cine club de badajoz a ver "Optimistas". La película del serbio Goran Paskaljevic, desconocido para mí, acabó marcándome una antes y un después.

Las cinco historias que relata "Optimistas" están inspiradas en "Cándido", la famosa novela de Voltaire (y en su lema: optimismo es la manía de sostener, cuando todo va mal, que todo va bien). Estos relatos, que rezuman humor negro, retratan una época en la que conviven la esperanza y la desesperación, el optimismo sincero y el falso optimismo; una época en la que la realidad y ficción se dan la mano, y en la que muchos se meten de cabeza en las turbulentas aguas de las ilusiones perdidas.

Película para pesimistas, optimistas y para aquellos que se creen optimistas. No siempre se puede ser optimista, y cuando verdaderamente hay que serlo, es cuando la impotencia lo hace imposible.

Excelente guión y ojo al actor que sale en las cinco historias, metiéndose en la piel de cinco personajes, a cuál más distinto. Magnífico final que te deja con una media sonrisa y mezcla de dolor y esperanza.

jueves, 7 de junio de 2007

Demostración del gran principio


La semana pasada me dí cuenta lo que es el verdadero amor. Fue en el hospital.

Estar 24 horas con él, curándole la mente, el cuerpo y el corazón. Acompañarlo en cada momento. Dándole tu vida por completo. Compartiendo todo, y anteponiéndolo todo a él.

Eso no se paga con nada. Porque es amor, y éste no tiene precio. Te quiero mamá y gracias por descubrirme que sí existe el amor verdadero.

miércoles, 6 de junio de 2007

Cuento de nunca acabar...


Creen que vivimos en un mundo de cuento, donde las hadas conceden deseos, los gnomos amenizan nuestros días y bailan nuestra música. Piensan que todo aquí es felicidad, que somos un grupo que junto es invencible, que todo es mágico y especial. Dicen que somos una familia que compartimos todo ( ... incluso hacemos orgías... oh my god!). En definitiva, que vivimos en un mundo idealizado de la realidad.
Y nada más lejos de la realidad. Cuando llegué aquí mi mente no podía imaginar el mundo de imaginación y cuento que se avecinaba.

Hay dos hadas que cumplen todos mis deseos, y el primordial, me hacen feliz. Una es más práctica y otra más teórica, y juntas hacen de mi vida un cuento. Me enseñaron a saborear la vida, a escribir, a comprar moneditas de chocolate, a leer un cuento... Una me llevaba a volar por las calles y divisar todo desde una perspectiva más bella, la otra me enseño a descubrirme (cuánto le debo), me enseñó a aceptarme tal y como soy y a escribir mi propia felicidad con el sudor provocado de vivir tan intensamente.
También hay un fauno, que en éste mundo no lo conocen muy bien, y le tienen miedo. Es mi cómplice, mi compañero de fatigas y mi consejero particular. A veces es tan claro que me hace daño, y yo hago como que no le escucho ( pero en realidad ninguna de sus palabras de dejan indiferente). Su humildad en aspecto vitales le hacen mi mejor amigo. Pongo las manos en el fuego por él.
Existe una pareja de duendecillos, a la que tengo especial aprecio. Se esconden en recovecos oscuros de este mundo. Me encanta ir a visitarlos. Son diferentes al resto y hacen su vida más aparte, sin embargo siempre están dispuestos a todo.
¡Y atención al gnomo nervioso! Relación extraña donde las haya. Un día nos divertimos como nadie y otro no nos hablamos; pero tenemos una conexión irracional. Le quiero, y mucho, más de lo que él se piensa. Nuestra historia es un libro que se va escribiendo día a día. No sabemos nunca que nos va a pasar.
Y claro, el “kakemantua”, el más extraño de todos; a quien más me empeñé en conocer y el que menos se dejó. Es muy especial y a pesar de todo le quiero muchísimo. Ha salido de nuestro mundo durante un tiempo, pero volverá, al menos eso espero.
Y muchos más personajes que aportan lo mejor de sí mismo para llevar a cabo el cuento.

Por supuesto que donde hay vida, hay problemas. Pero tenemos dos características que estas relaciones mágicas no se acaben: a todos nos une la música, y podeos estar tranquilos de que pase lo que pase a cualquiera, el resto estaremos apoyando; y eso es muy bonito y más especial de lo que nos pensamos.

Os quiero. Para cada uno de los que hacéis mágicamente real este cuento de nunca acabar.